«EL ARTE DE LA GUERRA»
La Unión Europea en la estrategia nuclear
del Pentágono
por Manlio Dinucci
Los
ministros de Defensa de los países miembros de la OTAN (Italia, Elisabetta
Trenta, M5S, España, Margarita Robles) fueron convocados a Bruselas, el 26 y el 27
de junio, para aprobar las nuevas medidas de «disuasión»
contra Rusia, acusada sin pruebas de haber violado el
Tratado INF.
En definitiva
esos ministros acabarán alineándose detrás de Estados Unidos, país que –después de retirarse definitivamente
de ese tratado el 2 de agosto de 2018– ahora prepara el despliegue en Europa de misiles
estadounidenses de alcance intermedio (entre 500 y 5 500 kilómetros), similares a los misiles
de los años 1980 –Pershing II– que habían sido eliminados, junto a los SS-20 soviéticos
precisamente por el Tratado INF firmado en 1987 por los presidentes de la
Unión Soviética, Mijaíl Gorbatchev, y de
Estados Unidos, Ronald Reagan.
Las
principales potencias europeas, cada vez más dividas en el seno de la
Unión Europea, se reagrupan en la OTAN –bajo las órdenes de Estados Unidos– para apoyar sus intereses estratégicos comunes. Esa misma
Unión Europea, que cuenta entre sus 27 miembros 21 países que son
también miembros de la OTAN, ha rechazado en la ONU la proposición rusa de mantener el
Tratado INF. Sobre ese tema de gran
importancia, los gobiernos y los grandes medios de difusión
mantienen deliberadamente a la opinión pública europea en la mayor ignorancia.
Razón por la cual los europeos
no perciben el creciente peligro en
que se encuentran: la posibilidad cada vez mayor de
que se llegue un día a recurrir al uso de armamento
nuclear.
Eso
es lo que confirma el más reciente documento estratégico de las fuerzas armadas
de Estados Unidos, Nuclear Operations (dado
a conocer el 11 de junio), redactado bajo la dirección del jefe
del Estado Mayor
Conjunto. Bajo la premisa de que «las fuerzas nucleares proporcionan a Estados Unidos la capacidad de perseguir sus
propios objetivos nacionales», ese documento subraya
que dichas fuerzas deben ser «diversificadas,
flexibles y adaptables» a una «amplia gama de
adversarios, de amenazas y de contextos». Aunque Rusia advierte que
incluso el uso de una sola arma nuclear de baja
potencia iniciaría una
reacción en cadena que podría conducir a un conflicto
nuclear a gran escala,
la doctrina estadounidense está orientándose sobre la base de un peligroso
concepto de «flexibilidad».
El
mencionado documento estratégico afirma que: «las
fuerzas nucleares estadounidenses proporcionan los medios de aplicar la
fuerza a una amplia gama de objetivos con tiempos y
medios escogidos por las agencias de inteligencia, que evalúan la vulnerabilidad [de esos
objetivos] a un ataque nuclear, previendo también los
efectos de la lluvia radioactiva.» Según
subraya ese documento, el uso de armas nucleares «puede
crear las condiciones de resultados decisivos, en particular la
utilización de un arma nuclear cambiará fundamentalmente el marco de
una batalla creando las condiciones que permiten a los
comandantes ganar en el conflicto».
Las
armas nucleares permiten además a Estados Unidos «tranquilizar a sus
aliados y socios», quienes, confiando en ese
armamento, «renuncian
a la posesión de sus propias armas nucleares, contribuyendo
a los objetivos estadounidenses de no proliferación».
El
documento indica sin embargo que «Estados Unidos y algunos de sus
aliados seleccionados en el seno
de la OTAN
conservarán
aviones con doble capacidad que puedan transportar armas nucleares
o convencionales». Reconoce así que 4 países miembros de la
Unión Europea oficialmente no nucleares –Italia, Alemania, Bélgica y los Países Bajos–
así como Turquía, están violando el Tratado de No Proliferación, no sólo al
acoger en su territorio
armas nucleares estadounidenses (las bombas B-61, que
a partir de 2020 serán sustituidas por las B61-12, más mortíferas) sino además preparándose para utilizarlas
en un posible ataque nuclear bajo las órdenes del Pentágono.
Sobre
todo eso mantienen el mayor silencio los gobiernos, los parlamentos, las
televisiones y los diarios, además del silencio cómplice de la aplastante mayoría de los políticos y
periodistas, quienes en cambio
nos repiten cada día lo importante que es la «seguridad» para
nosotros, los italianos y los demás europeos miembros de la Unión Europea. Una «seguridad» que Estados Unidos nos garantiza desplegando en Europa más armamento nuclear.
Fuente
Il Manifesto (Italia)/ Red Voltaire
Il Manifesto (Italia)/ Red Voltaire
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