"El Arte de la Guerra"
Rusia-China: la cumbre que no aparece en los titulares
por Manlio Dinucci
El Foro
Económico Internacional de San Petersburgo mostró que está concretándose a
toda velocidad la «Asociación de la Eurasia
Ampliada» que el presidente ruso Vladimir
Putin había mencionado en 2016, durante el Foro de Valdai, y que el ministro
de Exteriores Serguei Lavrov había anunciado ante la Asamblea General de la ONU. Así se conjugan ahora el proyecto chino
de la «Nueva Ruta de la Seda» y el
proyecto ruso de «Unión
Económica Euroasiática». A pesar de las declaraciones públicas oficiales, una nutrida
delegación estadounidense siguió la cumbre entre Rusia y China.
RED
VOLTAIRE | ROMA (ITALIA) | 12 DE JUNIO DE 2019
l 5 de
junio de 2019, las luces de los medios de difusión se enfocaron en el
presidente estadounidense Donald Trump y los líderes europeos que, en ocasión del aniversario del desembarco
en Normandía, autocelebraban Portsmouth «la paz, la libertad y la
democracia garantizadas en Europa»
comprometiéndose a «defenderlas siempre que estén en peligro».
Pero los
grandes medios de difusión prefirieron ignorar o relegar a un segundo plano,
tratándola a veces en
tono sarcástico, la reunión que se desarrolló ese mismo día en Moscú entre los presidentes de Rusia y China. Vladimir Putin y
Xi Jinping, quienes se han reunido casi 30 veces en 6 años, no presentaron simples conceptos
retóricos sino una serie de hechos.
A los
intercambios entre los dos países, que superaron en 2018 los
100 000 millones de dólares, hay que
agregar una treintena de nuevos proyectos chinos de inversiones en Rusia, principalmente
en el sector energético,
por un total de 22 000 millones.
Rusia se
ha convertido en el mayor exportador de petróleo hacia China y se dispone
a ocupar ese mismo lugar en cuanto al aprovisionamiento
en gas natural: en diciembre entrará en funcionamiento
el gran gasoducto oriental, al se agregará otro proveniente de Siberia, así como dos
grandes instalaciones para la exportación de gas natural licuado.
El plan
estadounidense de aislar a Rusia a través de las sanciones, sanciones que
también aplica la Unión Europea, y del corte de las
exportaciones rusas de productos energéticos a
Europa, se convertirá así en una intentona fracasada.
La
cooperación entre Rusia y China no se limita al sector de la
energía. Los dos países también han
iniciado proyectos conjuntos en el sector aeroespacial y en otros de alta
tecnología. Están otorgando
la mayor importancia a las vías
comunicación entre ambos países,
tanto por tren y por carretera como por
vía fluvial y marítima. Se han incrementado igualmente los intercambios culturales
y los flujos turísticos.
Se trata
de una cooperación en todos los aspectos cuya visión estratégica surge de dos
decisiones anunciadas al término de la cumbre entre los
presidentes ruso y chino:
Ø la firma
de un acuerdo intergubernamental para extender
la utilización de las monedas nacionales de los dos países –el rublo
y el yuan– en los intercambios comerciales y las transacciones
financieras, como alternativa al uso del dólar,
aún predominante,
Ø y la
intensificación de los esfuerzos de integración entre la
llamada «Ruta de la Seda» –promovida por China– y la
Unión Económica Euroasiática –promovida
por Rusia– con «con el objetivo de formar en el futuro una
mayor asociación euroasiática».
Ese
objetivo no es de carácter simplemente económico, como se confirma en
la Declaración Conjunta
sobre el Fortalecimiento de la Estabilidad Estratégica Mundial,
firmada al final del encuentro. Rusia y China tienen «posiciones idénticas o muy
próximas», que son de hecho contrarias
a las del sistema Estados Unidos/OTAN,
en relación a Siria, Irán, Venezuela y Corea del Norte.
Rusia y
China advierten que la salida de Estados Unidos del Tratado INF (jugada
estadounidense tendiente a iniciar el
despliegue de misiles nucleares de alcance intermedio en países que tienen fronteras
con Rusia y con China) puede acelerar la carrera armamentista y acrecentar las posibilidades
de conflicto nuclear. Ambos países
denuncian la decisión estadounidense de no ratificar la prohibición total de los ensayos
nucleares.
Califican
además de «irresponsable» el hecho que ciertos Estados
–a pesar de ser firmantes del Tratado
de No Proliferación nuclear– participen en «misiones nucleares conjuntas» y
solicitan a esos Estados «el
regreso a los territorios nacionales de todas las armas nucleares desplegadas fuera de
sus fronteras».
Ese
llamado concierne directamente a Italia y a los demás países europeos donde,
en violación del Tratado de No Proliferación, Estados Unidos ha desplegado armas
nucleares que esos países receptores
podrían utilizar bajo las órdenes de Estados Unidos.
De todo
eso, los grandes medios de difusión no han dicho absolutamente nada.
Estaban demasiado
ocupados describiendo los esplendidos vestidos de la First Lady Melania
Trump en las ceremonias sobre el desembarco de Normandía.
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