13 de septiembre de 2015
JEREMY CORBYN EL "PABLO IGLESIAS" BRITÁNICO, NUEVO LÍDER DEL PARTIDO LABORISTA. "JEZ WE CAN" (SI SE PUEDE)
* La victoria de Corbyn supone un giro a la izquierda de los laboristas y una derrota del aparato del partido; en estos momentos está recibiendo los peores ataques de la derecha británica, con acusaciones falsas, insultos... ¿será porque hay posibilidades de que tenga el botón nuclear ingles?
* El candidato, un activista "indignado" recibió apoyo de las bases y de los verdaderos sindicatos clasistas, venciendo en la primera ronda con un 59,5% de los votos emitidos.
Corbyn, de 66 años, ha ganado las elecciones primarias para liderar el Partido Laborista con un 59,5% de los votos. El político es a menudo comparado en medios españoles con Pablo Iglesias, el líder del partido español Podemos, al tratarse ambos de figuras emergentes de izquierda en sus respectivos países y con su mensaje contundente contra las política de austeridad del 'premier' David Cameron.
Corbyn se impuso al resto de los candidatos por un amplio margen. El 59,5 % de los más de 400.000 militantes laboristas de viejo y de nuevo cuño votaron por el veterano candidato, jaleado por decenas de seguidores a la salida del centro de conferencias Queen Elizabeth II de Londres a los gritos de "Jez We Can".
Jeremy Corbyn dedicó su discurso inaugural a "los viejos y nuevos militantes del partido". "Hemos crecido en estos tres meses", dijo. "El laborismo vuelve a atraer a aquellos que se fueron porque vieron sus ideales traicionados. A todos ellos les digo: bienvenidos de vuelta. También doy la bienvenida a miles de jóvenes que vuelven a interesarse en la política y que hasta ahora se mantenían lejos por culpa de los políticos".
Corbyn tendió la mano a los refugiados y criticó duramente "la falta de compasión y de visión de David Cameron". "Vivimos en un solo mundo y tenemos que estar a la altura de las circunstancias", dijo Corbyn. De hecho, su primer acto político fue en una manifestación en apoyo a los refugiados en la que se congregaron miles de personas, en Londres.
El 'Podemos británico', como le ha bautizado popularmente la prensa, arrancó como caballo perdedor en las encuestas y se erigió en favorito en la recta final, gracias al apoyo entusiasta de 16.000 voluntarios y con la promesa de devolver el laborismo a sus principios tras el viraje emprendido desde la era Blair.
El nuevo líder laborista ha prometido luchar desde la oposición por "una nueva manera de hacer política y por una economía que funcione para todos".
Corbyn ha querido aplacar los temores a una ruptura del partido tendiendo una mano a los moderados y ofreciendo el puesto de líder adjunto a Tom Watson. "No me presenté a la elección para dividir el partido, sino para crear un debate", ha dicho. "Nuestra misión ahora es aunar posturas y presentar una estrategia electoral que nos permita llegar al Gobierno en el 2020".
APOYO A LOS REFUGIADOS.
Tres horas de su elección, Corbyn se subió las mangas y se sumó a la multitudinaria manifestación de apoyo a los refugiados en Londres. Un río de más de 100.000 personas colapsó las calles de la capital británica hasta llegar a las puertas de Westminster, donde su fundieron los gritos de "Refugees Welcome" ("Bienvenidos, refugiados") y los de "Jez we can" (la versión corbyniana del "sí se puede").
"Juntos por la paz, justos por justicia y juntos por la humanidad debe ser el camino a seguir", proclamó Corbyn, que en su día encabezó las protestas contra su correligionario Tony Blair contra la guerra de Irak en este mismo escenario.
Corbyn aprovechó su intervención para lanzar sus primeras críticas contra el premier, David Cameron, por su falta de compasión ante los refugiados: "Tenemos que abrir nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras actitudes para ayudar a la gente que está desesperada, que necesita un lugar seguro para vivir y que son seres humanos como nosotros".
En su primer discurso líder laborista, y tras criticar Cameron por las políticas de austeridad, Corbyn puso el tema de los refugiados en primera línea de fuego, con referencia implñicita a la "guerra" de Blair: "Vamos a tratar al crisis de los refugiados con humanidad, con apoyo y compasión. Y vamos a reconocer que ir a la guerra genera un legado de amargura y de problemas como los que estamos viendo".
"Es increíble cómo la percepción de la crisis ha cambiado en Europa en las últimas semanas", agregó Corbyn. "La gente ha entendido por fin que estamos ante las víctimas de la guerra, que vienen de lugares terribles y que están intentando ejercer sus derechos como refugiados".
La intervención del nuevo líder de la izquierda se produjo, nada casualmente, en la mayor convergencia del activismo británico en los últimos meses. Amnistía Internacional, el Consejo de los Refugiados, el Movimiento de Solidaridad con Siria y la Coalición Parar la Guerra unieron sus fuerzas con un fervor inusitado a las puertas del Parlamento de Westminster.
"Jeremy ha sido siempre un activista y un organizador, y su presencia entre nosotros tiene una alta carga simbólica tal día como hoy", declaró sobre la marcha el laboristas Sam Weinstein, 66 años (la misma que su nuevo líder). "Aquí estuvimos con él protestando contra la guerra de Irak y aquí volvemos a estar pidiendo compasión hacia los refugiados... Mal que le pese a Tony Blair, que a estas horas puede estar pensando en un trasplante de corazón y pensando en rendir cuentas por sus tropelías ante el Tribunal de la Haya".
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